Movimientos Insólitos

El Lazio, sí, ese club de fútbol italiano que siempre ha estado más en el césped que en los libros de economía, está cerca de entrar en el Nasdaq. Sí, como lo lees: una entidad deportiva acercándose a uno de los índices bursátiles más emblemáticos del mundo. No es todavía oficial, pero el movimiento refleja la creciente intersección entre entretenimiento, deporte y finanzas globales: cuando los activos tradicionales se quedan cortos en retornos, los mercados buscan expansión donde sea. Para los inversores con colchoneta de paciencia, esto significa mirar con lupa cualquier activo tokenizado o con exposición digital en mercados globales, porque lo que antes era nicho ahora parece formar parte de la narrativa mainstream bursátil.

El cobre ha alcanzado por primera vez los 12 000 dólares por tonelada, una cifra que pocos veían venir, impulsada por una combinación de escasez de oferta, tensiones comerciales y la eterna transformación energética que exige más cables, motores y baterías. Más allá de los titulares, esto es una señal de que la industria pesada y las cadenas de suministro siguen bajo presión: menos material y más demanda crea ese clásico desequilibrio que hace que las materias primas brillen. Para sectores como la construcción y la automoción, el coste más alto del cobre es una bofetada de realidad: los márgenes se comprimen y los precios al consumidor eventual pueden seguir al alza si no hay soluciones rápidas.

En España, bancos como Santander y BBVA se están posicionando a favor de Netflix en la batalla por Warner, vamos, apoyando con créditos por 1 900 millones de dólares a la plataforma de streaming en una guerra de contenidos que ya parece nunca acabar. La explicación es simple: contenido es rey, pero alguien tiene que poner el dinero. Ambos bancos están apostando por financiar grandes apuestas tecnológicas y mediáticas que, de triunfar, podrían devolver jugosos réditos. Si pierden, pues eso: la banca mira con lupa, pero juega al High Stakes financiero como quien apuesta en Las Vegas.

SpainUP

En Estados Unidos, Novo Nordisk ha logrado la autorización de la FDA para su píldora contra la obesidad, Wegovy, y el mercado no ha dejado pasar la noticia: la acción se ha disparado. Aquí no hay ciencia ficción, sino economía pura y dura: soluciones médicas con demanda global y crecimiento asegurado suelen traducirse en beneficios reales y sostenibles para los accionistas. Esto no es modita pasajera; estamos hablando de un producto con potencial de mercado enorme, especialmente en un mundo donde los problemas de salud relacionados con el estilo de vida son cada vez más prevalentes.

Acciona no se salva de la volatilidad: Fitch ha rebajado su perspectiva pese a que la compañía vendió activos por 2 400 millones, señalando que el negocio energético sigue enfrentando retos estructurales. No es un cataclismo, pero sí un aviso de que ni siquiera las grandes, con ventas de activos y reducción de riesgo a la vista, están inmunes a los vientos contrarios de la calificación crediticia. Esto puede afectar la percepción de coste de capital, préstamos futuros y apetito inversor en sectores energéticos tradicionales.

Finalmente, Facua ha denunciado ante Consumo a Amazon, AliExpress y Leroy Merlin por vender balizas sin la conectividad homologada por la DGT, un asunto que suena menor hasta que te das cuenta de lo que implica: compras online confiando en un producto “legal”, y resulta que puede no cumplir con normativa de tráfico. Más allá de la queja de asociación de consumidores, esto abre un debate más amplio sobre responsabilidad de marketplaces gigantes y control de calidad en la economía digital. Lo que puede parecer un problema técnico acaba teniendo impacto en seguridad vial, confianza del comprador y, por supuesto, en posibles sanciones regulatorias.

Geopolítica

En Francia toca aguantarse: la Asamblea Nacional aprobó una prórroga presupuestaria que evita una parálisis administrativa pero que no rompe el bloqueo político ni resuelve el fondo del problema. El truco permite al Estado seguir recaudando impuestos, pagando funcionarios y financiándose en los mercados, pero no habilita nuevos gastos ni reformas de calado para domar una deuda que ronda el 117 % del PIB ni un déficit persistente que está lejos de los objetivos de Bruselas. Es como poner cinta adhesiva a una pierna rota: funciona para caminar unos pasos más, pero no para correr. El Gobierno gana tiempo de negociación antes de que las cuentas de 2026 tengan que llegar, con más presión que nunca sobre Macron y los partidos para que encuentren un camino que no dependa de decretos ejecutivos o del temido artículo 49.3.

Greta Thunberg se ha metido en un berenjenal en Londres al ser detenida durante una protesta a favor de militantes de Palestine Action, un grupo que el Reino Unido clasifica como organización proscrita bajo la ley antiterrorista. Thunberg, conocida por sus campañas climáticas, se plantó frente a la sede de una aseguradora vinculada a una empresa de defensa con un cartel que decía “Apoyo a los presos de Acción Palestina. Me opongo al genocidio” y acabó arrestada junto a otros activistas cuando parte de la protesta roció pintura roja y se pegó a instalaciones con adhesivos especiales. El caso encapsula el choque incómodo entre libertad de expresión y las restricciones que imponen leyes antiterroristas cada vez más amplias: lo que en otros tiempos habría sido solo una manifestación de calle ahora tiene consecuencias penales.

La lista de sorpresas de hoy también incluye una revelación que Trump seguramente hubiera preferido dejar enterrada: nuevos documentos del Departamento de Justicia muestran que voló en el avión privado de Jeffrey Epstein mucho más veces de lo que él había reconocido. Registros internos indican al menos ocho vuelos en la década de los 90, incluyendo algunos con Ghislaine Maxwell a bordo y, en al menos uno, acompañados por una mujer de 20 años, lo que pone más leña al fuego en torno a la relación entre Trump y Epstein (aunque no hay cargos penales contra él vinculados a estos vuelos). El batiburrillo de publicaciones, borrados y republicaciones de archivos demuestra que incluso la transparencia forzada por ley puede convertirse en un espectáculo caótico, con implicaciones políticas que van mucho más allá de la anécdota.

INSIDER: Es Nochebuena, así que apaga el puto gráfico, cierra Twitter, deja de fingir que entiendes el mercado a las 23:47 y vete a comer con la gente que aún te tolera; mañana el mundo seguirá siendo un caos, los bancos centrales seguirán improvisando y tú seguirás teniendo que pensar por tu cuenta, pero hoy no toca jugar a genio ni a cínico profesional: toca disfrutar, reírte un poco de todo —empezando por ti— y recordar que ni el dinero ni las noticias valen nada si no sabes parar cuando debes; feliz Nochebuena de parte de ElCafé, descansa… mañana volvemos, pero sin regalarte nada, no te ilusiones.

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